Un problema muy recurrente en los hogares es el atasco de tuberías. Este problema puede convertirse en una situación muy incómoda si no tenemos especial cuidado o no le prestamos la atención necesaria. Los malos olores y las pequeñas inundaciones suelen ser los principales síntomas de una tubería en mal estado o con problemas de desagüe.
Mantenimiento y Limpieza de Tuberías
Para un buen funcionamiento de las tuberías es imprescindible hacer un mantenimiento periódico de limpieza y evitar una serie de malos hábitos cotidianos que hacen que la red de saneamiento finalmente se atranque impidiendo el desagüe total del agua. Los desagües de la bañera y cocina suelen ser los más problemáticos. Para evitar esta situación presta atención a estos simples consejos.
– Limpia los utensilios de cocina antes de meterlos en el fregadero. Los pequeños restos de comidas se van pegando a las tuberías hasta formar un embudo.
– La rejilla protectora o colador en el desagüe es una herramienta básica para la prevención de futuros atascos. Gracias a este artilugio evitaremos que se filtren residuos en nuestras tuberías.
– Se deben tener en perfecto estado de limpieza tapones y válvulas. Una inspección y mantenimiento semanal, evitará que se acumulen pelos y otros residuos indeseados en tus desagües.
– Las tuberías son sensibles a los productos químicos, por ello, evita a toda costa verter productos abrasivos o corrosivos por el desagüe, evitando así problemas mayores.
– El WC es otra de las principales causas de atascos en redes de tuberías. Es aconsejable no verter papeles, compresas o toallitas.
– Para una limpieza y mantenimiento casero, te recomendamos que viertas dos tazas de agua hirviendo con sal para retirar los residuos de grasas de jabones y otros productos.
